Servicio de terapia, Meditación, Personal, y a Distancia

Las personas que deseen iniciar el programa de terapia por Autorrealización Espiritual, deben realizar los siguientes pasos:

1. PREFERENCIAS:

No sexo, no alcohol, no cigarro, no té ni café, ningún tipo de carnes por espacio de siete días.

B.  DESAYUNO:

Mate de hierbas, o tisanas desinflamante, como la manzanilla, tilo, y otros, mesclado con linaza y cebada, tostadas o pan integral con miel de abejas y una cucharadita de polen diluido en agua hervida y luego mezclarlo con el jugo de papaya.

C. ALMUERZO Y CENA

Sopa de verduras con fideos cabello de ángel, papa amarilla, arroz, las tisanas como lo indicado arriba.

En la noche, al acostarse, prender un incienso por espacio de 5 minutos, después apagarlo y ventilar la habitación, luego meditar treinta minutos. Colocar en su mesa de noche un vaso con agua hervida fría, o de botella, cubierto con una servilleta. Esta agua la beberán al día siguiente al levantarse en siete sorbos, dando gracias a Dios, y pidiendo por el prójimo que está en peores condiciones que vosotros, en lo que concierne a la salud y otros aspectos de la vida.

D. SANACIÓN:

Luego de siete días de desintoxicación y purificación donde el Hno. Rodolfo. Este proceso debe tomarse muy seriamente y con disciplina, hasta que se encuentren perfectamente sanos o con notable mejoría.

E. OBSERVACIÓN:

Controlar el estado de salud con el médico, continuar meditando y observando una vida disciplinada, de servicio y de amor al prójimo, perdonando las ofensas, eliminar de su naturaleza el odio, el rencor, los celos, las malas intenciones y pensamientos, los chismes y las cóleras.

                           MEDITACION

 1- Buscar un lugar agradable, donde no sean interrumpidos, como por ejemplo, la habitación personal. Pónganse en una silla, y siéntanse con las palmas de las manos hacia arriba sobre las piernas. También lo puedes hacer en posición de loto, o echados sobre un tejido blanco con las palmas de las manos hacia arriba sobre el piso por espacio de treinta minutos.

2.- Cierren los ojos, y manténganlos así hasta que termine la meditación. Respiren lentamente siete veces, y en cada respiración dirijan los mejores pensamientos a Dios, observando, y centrándose en algunas de sus infinitas manifestaciones como es: Su infinito Amor, su infinita Bondad y Misericordia, su Omnisciencia, su Omnipotencia, observando el centro de el cerebro, sin hacer el mínimo esfuerzo mental. Deben hacerlo de una manera natural con mucho amor. Después al exhalar, observar algunas de vuestras cualidades físicas, psicológicas y mentales, como son: El amor, el servicio, la fraternidad, el perdón, la compasión y todo lo que sea positivo para todos y para el espíritu.

3.- Una vez terminada la reflexión, continúen con la respiración profunda agradable, sin esfuerzo, lentamente, hasta que ésta se haga normal, y se sientan envueltos en una atmósfera de paz, de amor, y de elevación espiritual. Si sienten un olor a rosas, o a incienso, o sienten la presencia de Dios, o un poder que te llena de amor y esperanza, no tengas temor, déjense llevar, nada se mueve sin la voluntad de Dios, todo es Dios.

Si sienten que tus manos se elevan y se abren en cruz, déjense llevar, no te resistan, es una manera de ubicarse en una dimensión de energía más allá de las dimensiones tridimensionales. Todo lo que viváis en este momento y en adelante, será positivo para vuestra evolución, desarrollo interior y estarán llenos de un amor indescriptible, jamás experimentado por las personas comunes, corrientes, materialistas, con el ego inflado, de que todo lo saben, faltos de humildad. Yo estaré contigo en tus meditaciones, ayudándote a que entres en esta dimensión de amor y de energía espiritual.

4.- Desde el momento que se termina el contacto, las manos se pondrán en cruz sobre el pecho, y de esta manera volverán a la normalidad, y abrirán lentamente los ojos, lleno de paz, de amor y de armonía espiritual. Darán Gracias a Dios. Piensen en los millones de hermanos que sufren, que están en peores condiciones que vosotros, a quienes les ayudareis en la medida que sean vuestros propios maestros, para dar de lo que tenemos realmente, los dones, que como un legado Dios nos ha equipado antes de la encarnación, que activamos a través de la meditación real, natural, transcendental, y de la fe.

Hno. Rodolfo